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En el mundo de los bienes raíces en México, los contratos son la base legal que da forma y seguridad a cualquier operación. Ya sea que estés por comprar una casa, invertir en un terreno, rentar un departamento o solicitar un crédito, detrás de cada transacción existe un contrato que establece los derechos y obligaciones de cada parte.
Conocer los diferentes tipos de contratos inmobiliarios es fundamental para tomar decisiones informadas y proteger tu patrimonio. Así que vamos a desmenuzarlo de manera simple y clara.
La promesa es un contrato preliminar donde las partes se comprometen a celebrar en el futuro el contrato de compraventa definitivo.
Ejemplo: Apartas un terreno en preventa con un contrato de promesa mientras completas el enganche y el fraccionamiento termina su urbanización.
El contrato de compraventa es el más común en bienes raíces:
Este contrato siempre debe elevarse a escritura pública ante notario para tener validez legal y registrarse en el Registro Público de la Propiedad.
En lugar de dinero, en la permuta ambas partes intercambian bienes:
Aunque es menos común, puede aplicarse en intercambios de terrenos para desarrollos o ajustes patrimoniales.
En la donación:
Importante: Aunque es gratuita, también debe registrarse legalmente y puede generar ciertos impuestos.
El mutuo es el contrato por el cual:
En bienes raíces, los créditos hipotecarios funcionan bajo contratos de mutuo con garantía hipotecaria.
En el comodato:
Suele usarse en préstamos temporales de inmuebles sin fines comerciales.
El arrendamiento es el contrato por el cual:
Es fundamental para quienes rentan casas, departamentos, oficinas o terrenos.
En el mandato:
Aquí, un profesionista (abogado, notario, valuador) presta un servicio especializado al cliente, quien paga honorarios.
Este contrato respalda los servicios legales o técnicos necesarios durante una operación inmobiliaria.
En el contrato de prenda:
Este contrato no suele aplicarse directamente a inmuebles, pero puede aparecer en operaciones complementarias.
En la hipoteca:
La hipoteca es la base de la mayoría de los créditos inmobiliarios en México.
Cada operación inmobiliaria tiene su contrato adecuado. Por eso es fundamental:
✅ Conocer los diferentes tipos de contratos.
✅ Leer cuidadosamente cada cláusula.
✅ Asesorarte con un profesional antes de firmar.
En bienes raíces, la seguridad jurídica comienza en el papel que firmas. Y entender qué contrato estás celebrando, te protege hoy y en el futuro.